Él

Un amor olvidado que en realidad nunca dejó de existir.

lunes, 25 de abril de 2011

BRUNO Y NICOLE




-¿Más limonada?
-No gracias, quizá luego.
¿Y chocolate?Yo adoro el chocolate. Básicamente creo que no podría vivir sin él.-Bruno fijó la vista en la muchacha que tenía delante. Era extraño. Tenía el cuerpo de una mujer de los 23 años que le correspondían, en cambio, sus comentarios y expresiones eran los de una niña que no superaría los ocho años. Le irritaba y a la vez le encantaba. Extraño, sí, muy extraño.
-No, Nicole, muchas gracias.
-Pues tú te lo pierdes-ella movió su rojiza melena con descaro y engullño otra onza de chocolate. Posteriormente se sentó al lado del asombrado Bruno.

Limonada con chocolate. ¿A quién demonios se le ocurría mezclar algo así? Él ácido sabor de la limonada neutralizaba por completo la dulzura del chocolate. Tan solo Nicole Françoise Pourvoir sería capaz de comerse aquello.
-Por Dios, Nicole, ¡Qué mezcla más rara!-la cara de Bruno mostró el asco que le correspondía, el que estaba sintiendo.
-Tu si que eres raro, Bruno, así que cállate-le pegó amistosamente en el brazo y soltó una de sus pequeñas carcajadas.
-Bueno, vale.
Un incómodo silencio se instaló en la terraza.
-Oye Nicole...todavía no me has explicado por qué dejaste a Ashton Kutcher, todas dicen que es el hombre perfecto: guapo, listo, dulce, con un buen trabajo...-los celos corroían a Bruno por dentro. Ashton era su maravilloso jefe.
-Ya te lo he dicho, era un hombre demasiado bueno-Nicole pronunció esas palabras con toda la naturalidad del mundo, como si lo que estaba diciendo fuese lo más normal.
-Pero sigo sin entenderlo. ¿Por qué?
-A tí no te lo puedo explicar, Bruno, querido, no tienes la mente abierta. No lo comprenderías. ¿Para qué desperdiciar las palabras?
-Las palabras no se desperdician, Nicole, de hecho, tu hablas sola muchas veces. Además, te prometo tener la mente ¿Cómo has dicho? Abierta.
-Bueno, vale-ella asintió con una sonrisa.
A Nicole le encantaba sonreír. Su mente infantil la hacía ser feliz en todo momento y, por consiguiente, sonreía más que cualquier humano adulto del mundo. La sonrisa de Nicole encantaba a todo el mundo, particularmente a Bruno.
-Cuando empecé a salir con él me di cuenta de que no estaba enamorada, seguía queriendo a su hermano, el muerto ¿recuerdas? Bueno, ahora ya no quiero a ninguno-rió dulcemente.
-Si, algo me contaste.
-Bien, Ashton comenzó a salir conmigo por simple consolación, no porque me quisiese. Era su "deber".
-¿Cómo lo descubriste?
-En mi segunda noche de viaje de novios, de casados no ¿eh?, de novios. Estaba esperándole sentada en la ventana a la luz de la luna y...¿Mas limonada Bruno? Ya es más tarde.
-NO, no...gracias...quizá más tarde.
LA cara de Nicole mostró confusión.¿Cómo alguien no quería limonada en un momento así? Que raro era Bruno.
-Bueno, en fin, ¿Donde estaba?
-Estabas sentada en la ventana al la luz de la luna con un camisón...¿Cuándo entra Ashton?
-No entra-Su mirada se dirigió triste al suelo durante unos instantes pero, rápidamente, sus ojos volvieron a brillar con la vivacidad de siempre.
-¿Cuál fue su explicación?
-Se había comprado una revista en recepción y leído el horóscopo. Este decía: Aries, es Aries ¿sabes? Cómo yo, No emprender nuevos proyectos. Entonces...le dejé a la mañana siguiente cuando se dignó a subir a verme.
La cara de Bruno era de sorpresa increíble. La vida de Nicole parecía recién sacada de un libro de cuentos infantiles.
-Comprendo Nicole.
-¿En serio? ¿Me comprendes? Pues menos mal, porque eres la única persona y, la verdad, no entiendo por qué...no tienen...la mente abierta digamos. Imagínate que un día cualquiera le pedía que lavara los platos, o fregase el suelo y su horóscopo no se lo permitiese...SERÍA HORRIBLE.
-Tienes toda la razón, Nicole, toda la razón-Bruno sonrió mientras negaba con la cabeza. De verdad era una chiquilla metida en el cuerpo de un hombre.
-Gracias Bruno, creo que es la primera vez que estamos de acuerdo con algo-Nicole le guiñó un ojo y le mostró una de sus hermosas sonrisas. Luego le abrazó.
Si, definitivamente, Bruno estaba muy contento con que Ashton Kutcher fuera un hombre demasiado bueno.

                                                                                  RdeW

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