Él

Un amor olvidado que en realidad nunca dejó de existir.

martes, 6 de diciembre de 2011

Rompeolas.

Llévame a ver salir el sol desde todos los portales de la luna. Llévame al puerto y al malecón
cuando el cielo se nos llene de gaviotas. Alumbrando las calles oscuras, todas las estrellas que hoy durmieron solas. Desde el rompeolas me acuerdo de ti-
Vuelo controlado, colgado del palo de las banderolas.
Y ahora ya no puedo prestarte mi abrigo, ni quitarte la ropa, ni sudar contigo, ni perder la calma, ni decirte las cosas que nunca te he dicho.
Y ahora ya no puedo prestarte mis alas, ni subirte la falda, ni cogerte con vicio,  ahora da lo mismo reírse de todo, que llorar por nada.

Cartas de amor.

Hay novelas que aun sin ser largas no logran comenzar de verdad hasta la página 50 o la 60. A algunas vidas les sucede lo mismo. Por eso no me he matado antes, señor juez.