Él

Un amor olvidado que en realidad nunca dejó de existir.

jueves, 29 de diciembre de 2011

Nunca te enamores de un poeta.ñ

Nunca te enamores de un poeta. Los poetas son los seres humanos que más angustiosamente viven un amor, los que más se enamoran y los que más sufren porque hacen sufrir. Un poeta es la persona más romántica del mundo, pero la menos poética.
Rebeca se rió…Me encantaba su risa, tenía una sonrisa preciosa. Aquel sonido infantil e inocente era mi más preciada musa de inspiración.
-¿Cómo puedes decir eso Jonh? Tú eres poeta.-declaró

¿Cómo olvidar aquel momento?
La bella Rebeca y yo nos encontrábamos tumbados en la cama sobre las sábanas color melocotón que ella misma había tejido, cada uno con su respectiva almohada pero colocados horizontalmente. Mi brazo descansaba tímidamente sobre su perfecta cintura, mientras sus suaves manos acariciaban dulcemente mis mejillas. Yo le hablaba en voz baja al oído mientras ella sonreía y me susurraba igualmente para contestarme.
De repente me pareció que el mundo se había parado, que todo terminaba y que ya me encontraba en el paraíso. El paraíso de Rebeca. Mientras nuestros labios estaban juntos yo ya no escuchaba ni el ruido de las agujas del reloj.
-Tengo que comunicarte, querido Jonh, que, para tu desgracia y desobediencia a tu anterior argumento, me eh enamorado de un poeta. Un poeta que ama, que escribe, pero también sufre y, sobre todo, también llora.
Era cierto. Rebeca y yo estábamos enamorados.
Después volvió a reírse. Su risa era para mi como el canto de los pájaros en primavera o un concierto de Mozart tocado por una pequeña orquesta de violones angelicales. Su sonrisa era perfecta.
-Jonh, todavía no me has contestado. ¿Cómo es posible que un poeta sea la persona menos poética del mundo?-insistió-No tiene sentido.
-Rebeca, en este mundo, nada tiene sentido. Piénsalo siempre.
Y el tiempo volvió a pararse. Mientras nuestros labios se besaban, nuestros cuerpos dejaban atrás la razón y se hacían dueños de ellos mismos. La cama se empapó de amor bajo aquellas sábanas color melocotón.

R.de W.-La que se enamoró de un poeta

martes, 6 de diciembre de 2011

Rompeolas.

Llévame a ver salir el sol desde todos los portales de la luna. Llévame al puerto y al malecón
cuando el cielo se nos llene de gaviotas. Alumbrando las calles oscuras, todas las estrellas que hoy durmieron solas. Desde el rompeolas me acuerdo de ti-
Vuelo controlado, colgado del palo de las banderolas.
Y ahora ya no puedo prestarte mi abrigo, ni quitarte la ropa, ni sudar contigo, ni perder la calma, ni decirte las cosas que nunca te he dicho.
Y ahora ya no puedo prestarte mis alas, ni subirte la falda, ni cogerte con vicio,  ahora da lo mismo reírse de todo, que llorar por nada.

Cartas de amor.

Hay novelas que aun sin ser largas no logran comenzar de verdad hasta la página 50 o la 60. A algunas vidas les sucede lo mismo. Por eso no me he matado antes, señor juez.