Él

Un amor olvidado que en realidad nunca dejó de existir.

miércoles, 30 de marzo de 2011

Peter pan

Y bien, es así como se inicia una etapa de locura en tu cabeza. Como se descolocan las cosas poco a poco sin dejar sitios desocupados. Como tus pensamientos se deshacen dando paso a una mezcla de desesperación y rabia pura e incomprendida.

¿Y que haces tu para pararlo? Te limitas a arrinconar a tu corazón impidiéndole sentir, sentirte dentro. Lo dejas solo ante el peligro, pensando evitar así daños mayores de los que ya ha causado tu locura prematura.

Y te parecerá estupendo que nadie te interrumpa en tus lloros intermitentes, pero aun así debes saber que nadie aguantará tanto tiempo contigo así.

Crece y páralo.

Rebeca de Winter

Moon River



Rebeca de Winter, una artista en potencia. Me gustaría saber vuestra opinión. Muchas gracias.

Rebeca de Winter

viernes, 11 de marzo de 2011

Reb :)


No soy rubia y no me gusta el Martini con hielo. No soy alta, en realidad, ni siquiera llego al metro sesenta, aunque con tacones altos lo sobrepaso. Soy incapaz de estarme quieta, hablo demasiado y me enfado muy deprisa, aunque se me pasa muy rápido. Lloro demasiado, pero soy tan divertida en ocasiones que te dolerá cada centímetro del cuerpo de tanto reírte. Escribo frases en los márgenes de los periódicos y nunca me acuerdo de llamar al día siguiente. Lo que puedo prometerte es que no te aburrirás conmigo, te volveré loco y querrás salir corriendo de lo pesada que me pongo a veces. Soy impredecible, vivirás sin saber lo que te espera conmigo. También te darás cuenta, con el tiempo, de que soy algo caprichosa y un poco coqueta también, para qué negarlo. Soy algo vergonzosa. Canto en la ducha y escribiré tu nombre en la arena. No necesito nada más que una sonrisa para salir de casa, y si chasqueo con los dedos hago magia, tengo el poder de no preocuparme por nada.

Rebeca de Winter.-

sábado, 5 de marzo de 2011

Melancolía.

La gente dice que soy muy melancólica. Que me tomo las cosas muy en serio y que soy demasiado sensible. Que tengo que hacerme fuerte. En fin...Y soy fuerte, lo que pasa es que me gusta sentirme querida, adorada, amada...no lo puedo evitar ¿sabes? Es algo inexplicable. Es mi vicio, mi adicción como para un fumador su cigarro o para un deportista el aire libre...yo necesito ser querida para vivir.
Egocéntrica ¿verdad? Lo sé.
Hay veces que hasta yo misma me sorprendo viendo lo tonta que soy. Por ejemplo, esta misma mañana, sin ir más lejos. Mi mítica taza del desayuno se me ha caído y se ha roto. No he llorado, obiamente, pero...como que me ha dolido¿sabes?
Era mi taza de siempre.
Un sinfin de recuerdos han acudido a mi cabeza...y todo por una puta taza. En fin...demasiado melancólica.
Mi madre siempre tenía que cogerme del brazo y sacarme de casa cuando nos íbamos de viaje. Siempre llegábamos tarde por mi culpa. ¿Qué por qué? Porque me despedía de todos y cada uno de los objetos con los que creía que había pasado un bonito momento.
Estúpido, ¿no crees?
Entonces llega la vida real y parece que no tienes sentimientos. Te haces daño en clase de gimnasia y nada, ni una lágrima. Ahí es cuando creen que eres fuerte, cuando no te ven llorar. ¿Qué tiene de malo llorar? Para mi nada. Es como reír. Sale sin pensar, espontáneo. Cuando ríes o lloras de verdad experimentas una sensación parecida pero a la vez muy diferente. Una sensación sin igual. Yo lo hago muy a menudo. Incluso las dos cosas a la vez, cuando estoy feliz, como esta mañana, aunque siga lamentándome por la pérdida de mi taza de desayuno.
Rebeca de WINTER.